Diseños especiales para una operación en la Royal Clock Tower de La Meca
La pieza central de la obra maestra arquitectónica brilla al sol como un enorme diamante pulido. Heavydrive® también participó en el gigantesco proyecto del hotel, en cuyo centro se encuentra el segundo rascacielos más alto del mundo: la «Mecca Royal Clock Tower», que sigue el modelo de la torre del reloj del Big Ben de Londres y tiene unos 602 metros de altura.
Donde otros suelen llegar a sus límites, el especialista en transporte y elevación superó el reto.
El desafío:
Acristalamiento de la cúpula con paneles de vidrio de 1800 kg a una altura de unos 560 m desde el exterior del edificio.
La solución:
Desarrollo de siete grúas distintas de la serie MRK.
Diseño propio de Heavydrive: manipulador de tres ejes en forma de cesta accesible, acoplado a un camión grúa.
Alrededor de 400 cristales triangulares y trapezoidales de diferentes tamaños en forma de diamante pulido debían montarse en la fachada de la Real Torre del Reloj a una altura vertiginosa. Una tarea complicada en la que los inventores de Heavydrive ® pudieron demostrar su capacidad de planificación en el diseño.
Las minigrúas con sistemas de aspiración por vacío para instalación aérea permiten su utilización en los más diversos ángulos del edificio.
Las grúas con manipuladores aéreos especiales están diseñadas para elevar cristales extremadamente pesados incluso a grandes alturas. Por ejemplo, un manipulador de 3 ejes en forma de cesta, adaptado a una grúa móvil, permite introducir con precisión los pesados cristales de 1.800 kilos por el exterior, incluso a 560 metros de altura. Los trabajadores colocan su pesada y frágil carga de forma óptima en una cabina.
Esto es único hasta la fecha. Una primicia mundial, para la que Heavydrive recibió sin problemas la aprobación de la TÜV. Esto significa que, por primera vez, personas situadas a una altura de 602 m pueden insertar con precisión los paneles de la fachada directamente in situ por control remoto. La plataforma elevadora Heavydrive permanecerá instalada de forma permanente en la torre en el futuro. Esto significa que la fachada de cristal puede limpiarse muy fácilmente. Y si hay que sustituir un cristal, también se puede hacer con poco esfuerzo.